―A las dos menos cuarto te espero en el sueño de siempre-susurró, con una efusión centelleante en la voz-, no olvides que a las dos tenemos reservada una mesa junto al chisporroteo del fuego, y esta vez no podemos llegar tarde.
―Y al terminar, a eso de las tres… ¿dónde quedamos?-inquirió ella, impaciente.
―Mmmm… A las tres y cinco tengo cita con uno de mis sueños repetitivos. Quizás sería mejor vernos a las cuatro.
― ¿Y qué te parece si nos vemos a las 3:02 y así rompemos el esquema? Te llevo volando a nuestro rincón perdido y pasamos la tarde soplando dientes de león.
12 comentarios:
Rompieron con la rutina, y les quedó el sabor dulce de lo inesperado.
miau, bonita.
Me uno a ti yo tb ;) gracias....empezaré a leerte!
Eso eso, las rutinas están para romperlas de vez en cuando...
Besicos
Me encnataría poder quedar en sueños con uno que yo me sé...y soplariamos estrellas en nuestras mejillas. Besitos!
Y qué más da si hay rutina? Lo maravilloso es esa cita en sueños
;)
Me ha encantado tu casa, marta.
Pocas palabras para decir grandes cosas...
Te sigo
Un besito :)
Para horarios ya tenemos bastante con el día a día.
Los sueños están para romper con todo... hasta con la ley de la gravedad. :)
Los horarios están para romperlos :)
el romper con la rutina, da un respiro a tu vida..
un beso
Soplando dientes de león, como la Bella :).
Si, rompe los esquemas y sonríe al sol.
Besito, guapa
Y desapareció la rutina, por fín.
Un besazo ;)
Todo para eliminar las pesadillas.
Tal vez, por no respetar las reglas del soñar, no haga falta despertarse y el encuentro sea eterno.
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