―Irene, ¡cabréate, actúa, espabila, corre, respira, haz algo!
Se había quedado sin habla, muda, completamente absorta en una realidad ajena. No sentía las manos de Paula sobre sus hombros, ni oía – o más bien no quería escuchar- las palabras que le soltaba a disparos de metralleta. Se sentía asquerosamente vulnerable, desprovista de cualquier reacción, de cualquier muestra de ardor. Gabriel le había echado en cara sus temores y ella no había sido capaz de enfadarse y gritarle cuatro míseras verdades. No. Se había quedado quieta, en silencio, sentada en la silla y con los ojos absortos, inundados en lágrimas. Hubiera deseado levantarse, y discutirle su comportamiento o enfurruñarse y lanzarle una mirada cargada de desprecio. Pero no podía, porque en cierto modo, él tenía razón. Había sido presa, una vez más, de la flaqueza de su temperamento. Y se odiaba por ello.
22 comentarios:
Creo que eso que has escrito me ha pasado más de una vez. Todos tenemos miedo a que nos muestren nuestros temores, más bien, a enfrentarnos a ellos.
Besos Lady!
Nunca dejes que te hieran así. Por más que sea la verdad, por más que quien te lo dice tenga razón: no dejes que te traten mal. Porque es mentira eso de que a las palbras se las lleva el viento.
Reaccionar a tiempo, en ocasiones es imposible. No somos robots ni conseguimos pensar con claridad ante las emociones que nos causan los demás.
Y siempre tendemos a pensar si, ante un arrebato, no seremos los culpables...
Nada de odiarse.
Marta, un besiño sin flaquezas!
...mmm... si no dices las cosas en el momento...puede que despues te quedes con too adentro... y duele harto...supongo que todas esas verdades que debian salir, si se quedan adentro...te lastiman mucho mas...
saludos..!!
Odiar es malo, que no se odie.
Dicen que es mejor arrepentirse de lo que se dijo que de lo que no se dijo. Y es muy cierto.
Todo se debe usar para conocernos un poco mas hasta el día en que las pérdidas de control estén controladas.
Pero es que muchas veces no sabemos qué decir en una discusión y nos quedamos así, en blanco...
Besicos
Sin llegar a ese nivel, ¿cuántas veces nos quedamos callados y no deberíamos hacerlo?
Saludos!
Que se levante de la silla y le escupa las lágrimas.
Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te gusten, además puedo decir lo mismo :)
Muaaak!
Muchas veces no somos ni la mitad de valientes de lo que deberiamos para poder hacer valer nuestra opinion, sentimientos o derechos...en el fondo somos todos vulnerables.Besos!
Y en el peor momento se quedo sin decir lo que quería decir.
Debo decir que los trenes pasan.
nadie puede gritarle por ella, pero al final lo hará...
A veces es mejor callar. Mejor que tirar nuestro odio a la cara del contrincante, mejor callar que mojarlo con nuestra violencio, mejor callar e interiorizar el mea culpa... mejor callar y pensar... mejor callar y dejar que pase la marejada.
Bien narrado, suelen pasarnos esas broncas, uno se siente tontamente identificado con situaciones que nos juegan en contra.
Cariños!
=) HUMO
Encierra la fuerza en palabras.
Gracias. Y buenas noches.
Nadie más q cada uno se puede salvar del odio a sí mismo...
La vulnerabilidad es símbolo d lo humanos q podemos llegar a ser, no lo olvides :)
Un besito
Cuando por dentro eres un cocktel de sentimientos y por extrañas razones no puedes sacar, es de lo más frutante que puede pasarnos.
Me ha encantado lo que has escrito!!!! * . *
:*
SaludoteS!!!!!
todos somos vulnerables ante alguien y no por ello hemos de dejar de luchar ;)
Fantástica.
Yo no diría asquerosamente.
Lo que no nos mata, nos hace más fuertes.
Y tiene una amiga, que es mucho.
Un beso.
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