―¿Se puede saber qué te ocurre?- espetó Gabriel, en su rostro podía leerse la preocupación que le acarreaba desde hacía unos días.
Irene dejó la copa y soltó un bufido de incredulidad. Alzó la mirada para encontrarse con los ojos verdes de su amigo, pero era incapaz de sostenerla más de tres segundos.
―Nada, absolutamente nada- respondió, agachando la cabeza-. ¿Acaso no puedo evitarte sin dar explicaciones?
Demasiadas veces Irene había recreado en su mente aquel momento, la dura despedida que la protegería del dolor, pero jamás se había parado a pensar en la dificultad que representaría para ella llevarla a cabo, y para él aceptarla. ¿Era necesario todo aquello? No estaba segura al cien por cien de que aquello resultara efectivo, quizás de este modo sólo estaba perjudicándose a sí misma, pero sentía la necesidad de conservar su secreto.
―No puedo consentir que vuelva a suceder…- murmuró con aflicción.
21 comentarios:
Tarde o temprano, ella sabrá que hacer y podrá estar segura de que es lo correcto :)
un beso!
cuánto puede durar un secreto?...
besos
=) HUMO
Te puedo asegurar que un secreto así puede guardarse por mucho tiempo si ambas partes se ponen de acuerdo.
A veces la vida y nuestras propias decisiones acaban por guiarnos hasta una encrucijada: una dolorosa despedida o una aún más terrible espera.
Un secreto puede permanecer oculto si absolutamente nadie lo sabe... o si quien lo sabe es hirriblemente discreto.
Mil besos grises*
Puede que ella no quisiera decir nada pero sus ojos la delataban.
Eso es lo más difícil, el saber qué es lo que tienes que hacer, pero no haciendo daño... al final acabas siendo borde, y todo para evitarlo...
Besicos
Siempre llega el momento, en que las cosas cambian, se den o no explicaciones.
Saludos
Siempre debemos proteger los secretos, sobre todo cuando las dudas de no hacerlo puede ponernos en peligro...
Me ha gustado la respuesta :
Acaso no puedo evitarte sin dar explicaciones?
Fuerte y sincera. Digna de una princesa Azul.
Un gran beso, princesa con secretos!
Bonito texto y preciosa cabecera :)
Las circunstancias suceden y no existe mano humana, que las pare.
Un Saludo.
Sin palabras.
NOTA: en algun momento me llamé Irene.
al final los secretos nunca son secretos, y cuando se decubren duelen.
Cuantas veces te imaginas una cosa que sabes que pasará y llega el momento esperado y te derrumbas?
Y es que a veces pasa tanto sin pasar nada... a veces es un error callarse, así creemos que pasara más rapido... a veces los secretos nos hacen presos. A mi n me gustan los secretos, me hacen vulnerable...
Soy una Irene más, pero con un poco menos de coraje y decisión
Muchas veces los secretos, como también las mentiras, son dificiles de narrar mirando fijamente a los ojos y aguantando la mirada.
Besos
Pero cuanto más nos retenemos a no hacer lo mismo, más consentimos a hacer.
Que cosas ¿eh?
Un beso :) más grande que el tuyo (jódete) (con toda la amabilidad del mundo).
Ains pq sera que ultimamente me siente un poco como irene??? parece que hubieras sido espectadora de mi ultimo fin de semana y lo hubieras narrado como si de una pelicula se tratase... Un besito niña!
Los secretos están sobrevalorados.
un miau gigante, martita :)
Dudar es normal.
Tan normal como encontrar la solución.
Se me había olvidado este blog (mi memoria últimamente va en decadencia, lo siento), y ahora me acabo de acordar de por qué me gustaba tanto.
Un beso
Carlos
Nonono. Dile que no se despida. No.
Hola : )
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