El color de la vejez.
















Nervios, inquietud, la mirada rebosante de ilusiones y, por el camino, banalidades que se perdieron hacia el olvido. Las manos, temblorosas, pintan sus labios de color carmín, afectadas por los tristes anhelos de despertar pasiones muertas. Cuarenta años habían pasado desde aquellas mañanas de alegre primavera en las que soñaba, recostada en la cama, con miles de historias que ella ansiaba vivir, deseosa de explotar su juventud. Brillantes esmeraldas retozaban en sus ojos, iluminadas por el fulgor de las expectativas que, al igual que un abanico, se abrían ante ella. Demasiado había llovido ya desde aquellos días en que todo lo revestía de su adorado bermellón, coleccionado en vestidos, en zapatos, e incluso en sus labios nacarados. Ya no le quedaba nada de todos aquellos suspiros que tan sólo guardaban constancia en la memoria. El tiempo se había mofado de su vitalidad y con su gélido soplo había apagado todo el fervor de aquella época, para traer consigo la indiferencia ante un destino que no quería cumplir, obligándola a resignarse al ver que unos ojos dañados por la experiencia le devolvían la seguridad desde el otro lado del espejo, impasibles a todas las fantasías que ella hubiera podido imaginar en los albores de su madurez. Ahora, en silencio, se dirige –como cada once de noviembre- hacia su penitencia, bajo la lluvia de una lúgubre tarde cubierta de niebla. Y allí, en la estación número veintidós, espera como siempre, con aquel abrigo blanco y su paraguas rojo, con la misma esperanza de volver a encontrarle, sabiendo que no bajará del último vagón.



37 comentarios:

Unknown dijo...

Que abundantes son los finales tristes. ¿Por qué nos parecen tan bellos? ¿Por qué remueven algo dentro de nosotros?

¡Qué pequeños somos y que grandes creemos ser! xD

Me alegro de que te guste el diseño!! Espero que dure más que los otros. Me parece que soy un poco demasiado inconstante para estas cosas xD

wiitastic! dijo...

Mihihihihi
Sí, será mejor que no intentes montarte tu propia historia... podrías salir corriendo.

Aún no entiendo por qué mis nocheviejas nunca han sido normales :_D



Yo es que estoy estudiando audiovisuales y, claro, ¡¡necesitaba una cámara en condiciones!! muahahahahaha. Es una panasonic dmc-l10 y estoy planteando casarme con ella (:
Aunque, claro, aún tengo que ponerle un nombre..

Uppss!! dijo...

Como siempre me dejas sin palabras.
Fabuloso relato, magnífico final.
¿La fotografía la has sacado tú?
Es muy buena.
Un beso :)

Ácrata dijo...

Precioso y una muestra de que el tiempo pasa y con él las ilusiones, anhelos y sueños, pero nunca los recuerdos que permanecerán siempre en nosotros.
Sigue así. Me encanta.
Un beso.

Anónimo dijo...

La vejez tiene color? sin duda tu lo has reflejado muy bien.

Por cierto he visto que te gusta "orgullo y prejuicio" en sin duda una gran pelicula

Un abrzo, encontre por casualidad el blog, pero voy a quedarme.

R. dijo...

Puede que baje alguien que no sea él,alguien que vuelva a hacerle sentir.


Quién sabe.

I. Pichel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
I. Pichel dijo...

Decididamente no me gusta la gente que espera. ¿Para qué esperar pudiendo ser esperado? Seguramente, en muchas otras estaciones alguien aguardaba que sus lánguidos andares desdenciesen de cualquiera de los vagones. Decía Don Miguel de Unamuno en su 'Abel Sánchez' que hay mucho más orgullo en ser el conquistado que el conquistador. ¿Quien sería templario pudiendo ser Jerusalén?

Mona Van Ana dijo...

Interesante blog y su contenido...Y el post te ha quedado muy bueno

Lo he imaginado todo y me agradan esas personas q te dan todas las herramientas para irte a otros mundo mientras lees

Pasaré a darte lata más seguido

Nico. dijo...

Harta de esperar, fue al encuentro de un nuevo reto. Áquel había durado ya demasiado.

Anónimo dijo...

Yo quiero que baje otro alguien.

:)

.Amazonica dijo...

Me gusto mucho el relato *_*
y la foto también ;)
me encanta como te expresas y tus relatos siempre me llegan jiji
un beso marta

Laura Sánchez dijo...

Paseando entre blogs me encontré con el tuyo, y me llamó la atención este texto. Cualquiera diría que ha sido escrito por mí, y es que es tal y como me siento en ocasiones. Tengo algunos textos en mis recopilaciones que se parecen a éste, por el uso de adjetivos y el tema a tratar.
Voy a leerme alguno más y me pasaré de vez en cuando. Tienes una asidua más a tus textos :]

Un beso.

Fractured hand. dijo...

Me encantó el texto. Y el diseño del blog (L)

un besito :D

rOo RAMONE dijo...

Qué final =)
Un besote Marta
Me ha encantado total.
GRAcias inmensas por el ánimo, muy sentido.
Un abrazo grande

Laura Sánchez dijo...

Me alegra que te guste, suelo expresarme metafóricamente.
¿En serio te apellidas así? ._. Menuda casualidad. Aunque yo no me llamo así realmente. Dafne es Laura (mi verdadero nombre) en griego, y el apellido Isern lo escogí para una novela que estoy escribiendo. Tengo entendido que Isern significa Águila de hielo, y el animal me parece fascinante, al igual que el hielo; me suelen tachar de blanca como la nieve y fría como el hielo en ocasiones, así que me pareció oportuno.

Un beso, ¡me seguiré pasando!

Lola dijo...

¿Acaso es como Penélope, esperando a su amor regresar?

Anónimo dijo...

Yo también sigo esperando que vuelva alguien. Aunque sé que ya ha hecho su vida, y que no va a volver; que me mintió y que no fui nada para esa persona... Yo sigo esperándole como una tonta. Aunque no en una estación.
Hago lo imposible por no visitar su fotolog o el de su nueva novia -creo estar dándote pistas que no te interesan xD-, ya que la curiosidad me puede.
Y supongo que era mi droga.

Y ahora, dejando de hablar de mí, me encanta esa foto.
¡Besos!

AAN dijo...

Cada vez tienes esto más bonito y con más seguidores :). ¡Enhorabuena, guapa! Tu estilo también se vuelve por consonantes más elegante.

Besito

Oscar García dijo...

Qué bonito y qué bien redactado.

Es dura la pelea constante entre los recuerdos y los anhelos, pero también es lo que nos mantiene vivos.
Besos

JUANAN URKIJO dijo...

Más allá de tu relato en sí, me llama poderosamente la atención lo bien que escribes siento tan estupendamente joven.
Ojalá no lo dejes y sigas y sigas... Porque, después de todo, para escribir bien no sólo basta con tener cierta inspiración; es necesaria mucha voluntad y sobre todo trabajo.

Un beso, Marta. Has demostrado que sabes ponerte en la piel de un mayor y adivinar sus colores.

Lalita dijo...

Que hermoso relato, y el final me deja sin palabras :).

Saludos. :)

~PakKaramu~ dijo...

Pak Karamu visiting your blog

Anónimo dijo...

¿como escribes tan bien? es genial, he estado echando un vistazo por todo y me ha encantado, soy nueva por esto del blog, a ver si voy avanzando,un beso!!!

La sonrisa de Hiperion dijo...

"sabiendo que no bajará del último vagón"

El color de la vejez, no se mide en las arrugas, sino en el alma.
Saludos

Anaid Sobel dijo...

Sencillamente sin palabras, así me has dejado...
Cuanta verdad en un fragmento tan sencillo, cuantos miedos y tristezas despierta sin más...
Añoranza del pasado¿? Tristeza del tiempo perdido¿?
Puede ser... si, puede ser...

Anónimo dijo...

Marta! Soy Creao, y como todo el mundo tiene blog, yo no iva a ser menos, así que muahahaha, aquí estoy :)

Por cierto, me ha encantado el texto, y es tan cierto..

Ara Arias dijo...

no va a bajar
quizás en sus sueños
el color de la vejez uh


gracias por pasar a isobel, pero ella está en un receso terrible. Pero yo sé que volverá
saludos señorita, me gustó tu blog (:
:3

maloles dijo...

Vaya, triste pero bonito.
¿Las fotos son tuyas? SOn preciosas.

Un beso!

mispalabras dijo...

me ha encantando!!de verdad,te felicito!un bsito!

Anónimo dijo...

¿Donde andas, pequeña artista?

Gara dijo...

Encontré tu blog de casualidad y me ha encantado,un verdadero placer para los sentidos.

Con tu permiso te enlazo.

Besos

Diana dijo...

Vaya, qué conmovedor.

Tienes un encanto de blog.
Un beso.

Unknown dijo...

Cuarenta años esperando ¿y quién pierde? Él.

Te seguiré. ;)

.A dijo...

no hay que pasarse la vida esperand

Anónimo dijo...

Que no convierta su vida en una larga espera.

Que viva.

Mer

Bea dijo...

Así es la vida, pero no hay más remedio que aceptarla. Un buen relato. Un beso!!!